Mi interrogante nace a partir de
los ataques terroristas del 07 de enero, donde dos hombres arremetieron contra
la vida de los periodistas de la revista Charlie Hebdo, en territorio francés.
¿Quién es Charlie?
Es una revista que se define,
textualmente, como: “un periódico irresponsable” Otros la definen como una
revista satírica, e irrespetuosa por
burlarse de la fe.
A simple vista, Charlie es un
periódico diferente a los demás, que generalmente utiliza caricaturas para expresar
sus contenidos; un periódico que no tiene miedo de hacer y decir. El problema
de Charlie es que basa sus dibujos en personajes religiosos como Mahoma y el
Papa, entre otros.
No soy lectora de dicho
periódico, tampoco diré ser seguidora sólo porque es el tema que está de “moda”
lo que sí he de decir es que matar sigue siendo malo en la religión que sea que
sigamos.
Fueron 12 los periodistas
asesinados, a quienes fueron a buscar a su trabajo, preguntaron sus nombres,
dieron con sus oficinas y sin titubear los mataron a sangre fría.
La libertad de expresión estaba
basada, en este caso, en la línea editorial de este periódico francés, la cual
no tenía límites, las caricaturas se convirtieron en provocaciones para los
islamitas, quienes veían como ofensivas todas las imágenes donde aparece
Mahoma.
Y no es la primera vez Charlie
Hebdo sufre ataques, en 2006 habían incendiado su sala de redacción y recibían
continuas amenazas, y hasta llegaron a contar con protección policial en todo
momento.
Pero: ¿quién tiene la verdad?
·
¿Somos Charlie para defender la libertad de
expresión?
·
¿O nos convertimos en islamitas para defender el
ataque a las religiones por parte de Charlie Hebdo?
La libertad de expresión es un derecho humano, expreso en la ley universal, donde se pueden realizar investigaciones y publicaciones sin tener una barrera que pueda detener las palabras.
La libertad de expresión es un derecho humano, expreso en la ley universal, donde se pueden realizar investigaciones y publicaciones sin tener una barrera que pueda detener las palabras.
Charlie no quebró ninguna regla
al realizar las publicaciones debido a que el Corán no prohíbe explícitamente
las imágenes de Mahoma.
Pero matar… ¡insisto! Matar sigue
siendo matar. Y es aquí donde el islam se convierte en fanático del islamismo y
terminan causando masacres terroristas, como lo ocurrido en Francia.
Si comparamos
estos dos escenarios con un cuadrilátero de peleas, en una esquina tendríamos dibujos y, en la otra, estarían las
balas.
Una opinión o una imagen insensata o de
mal gusto, sino provoca directo a la violencia, no debería impedirse.
Entre las consecuencias del ataque se hicieron presentes
varios incendios donde también se perdieron vidas, se realizó también una marcha
para recodar a los periodistas que murieron que este acto. Pero no todo fue negativo, Charlie Hebdo pasó de
vender 60 000 unidades a 5 millones de ejemplares.
En su primera publicación después
de los hechos terroristas, Charlie Hebdo
volvió a publicar en su portada a
Mahoma, y dentro de sus acostumbradas 16
páginas también sacó a relucir la denuncia realizada por el Papa Francisco acerca
de la pedofilia, tratando de dar el mensaje de que “El Papa también es Charlie”,
(por denunciar públicamente la “verdad” acerca
de los hechos escondidos del vaticano).
El periódico intenta dar a entender que la
revista satírica dice la verdad a pesar de colocar imágenes sobre religión; después
de esta publicación la máxima figura del vaticano, cambió su opinión sobre el
concepto que tenia de la noticia. (Esto a pesar de tener imágenes grotescas
sobre la publicación del Papa).
Este no es un periódico que
regalan en las calles, son páginas que tienen un costo, que la gente las busca,
las paga y las lee, por lo tanto, los lectores son los que han decidido ser
seguidores de “CH” ellos son los que lo mantienen vivo. Y aunque posiblemente
si no incluyeran las caricaturas serían ediciones un poco más serias y hasta
denunciantes y no tan satíricos como actualmente.
¿Soy o no soy
Charlie?
Si nos basamos en reglas, en decir la verdad, en defender ideales, en no tener miedo, entonces:
¡Yo soy
Charlie! como periodista, como defensora de lo espontáneo, de
lo creativo, de los nuevos conceptos, y del trabajo investigativo más allá de
las imágenes.
Y no estoy tan de acuerdo con las
imágenes, pero ¡cada artista se expresa con el don que lleva consigo! Tampoco considero
que un dibujo pueda llevar a la paz o causar la guerra.
Un dibujo se puede borrar pero
una vida no se puede restaurar…
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